¡una llamada!
era ella, confirmando la cita de esta noche.
11:00 de la mañana con muchas cosas por hacer, debo cancelar algunas cosas pendientes;
no me dará tiempo de hacer todo, no si quiero sorprenderla una vez más.
Preparo mi agenda y organizo las cosas que aun hay por hacer.
Debo cancelar el viaje de esta noche, no puedo fallarle, nunca lo hice y no lo haré ahora.
Llamo a Sofia mi secretaria; pido cancelar cualquier compromiso luego de las 2:00 pm.
Preparo una cita con mi barbero personal, debo verme lo mejor posible para ella.
3:30 pm; me dirijo a una reunión a la cual no puedo faltar, no se me despeja la mente,
pensando en esta noche.¡Han pasado 13 meses luego de la última vez!
en la reunión me encuentro con mi colega; Gimena, me invita a una fiesta; obviamente no puedo cancelar mi noche que ya esta programada.
Mi amiga insiste, trata de convencerme; pero es algo a lo cual no podre acceder.
La reunión aburrida ha terminado, nos despedimos. Me dirijo a mi oficina nuevamente.
Trato de relajarme, tomo un Whisky y de repente una llamada, era ella de nuevo; diciendo que llegara con algo de retraso.
¡Llamo a casa, pido que preparen la cena para las 7:30! debo sorprenderla con la velada y con las flores.
Finalmente, llega la noche y empiezo a preparar la Meza personalmente; conozco sus buenos gustos, sus detalles,
la cena esta lista, la botella de vino lista para ser desvanecida entre una larga charla-
ambiente de acuerdo con la ocasión, un par de canciones; ¡esas que tanto nos gustan! una luz baja para que no este tan oscuro-
un cielo estrellado iluminando nuestra velada, un poco de aire fresco y un silencio acompañándonos.
¡Suena el timbre de la puerta; es ella! me dirijo a recibirla.
Vestida de rojo, labios rojos rubí, su cabello envuelto como su cuerpo en él mío.
un aroma encantador, una sonrisa que hipnotiza; que me atrapa poco a poco.
En menos de 3 segundos yo ya era otra persona,
me cambia el semblante, así como cada vez que la veía aquellas tardes de invierno cuando la hacia mía.
-Saludo y beso su mano, me saluda y me sonríe muy amablemente.
-Ella sí que sabe mantener la calma-
Y yo? ¡pues yo nervioso! ¿como no estarlo? si tenía a una doncella frente a mí; como comprenderán más de un año de no verla.
Estaba allí. ¡Mi amada una vez más estaba a mi lado!
camina junto a mí, nos dirigimos a la Meza que esta arriba, al aire libre; con una noche perfecta recibiendo nuestro encuentro.
-Como has estado, pregunto.
-Muy bien, y ahora que puedo verte una vez más; estaré aun mejor.
-Sonrío con un rubor que me contagió-
con esos ojos con brillo de diamantes.tus ojos brillan más que este cielo estrellado-
y el color de tus labios es el glamour de esta velada; – ¡le dije!
-Sonrío nuevamente y me abrazo.
Hice todo por estar aquí, -comento- Necesito un poco de ti, no podía esperar más, y sé que tu tampoco.
-Hazme olvidar esta noche. -susurro a mi oído-
Haré mucho más que eso.-respondí-
Voy a hacer que olvides que existes por un segundo, y luego are que te sientas viva por toda una eternidad.sus labios temblaban; su mirada incrustada en la mía, y yo perdiéndome en sus encantos.
¿se preguntaran cómo calme el temblor de sus labios?
-besarla fue como un alivio a mis penas, fue como separar los segundos del tiempo.
Sus besos eran más que perfectos, y justo lo que yo necesitaba.
Llega la cena que han preparado al gusto de ella,
-llamo que me traigan las flores que había comprado horas antes por la tarde.
¡mira! aun están frescas, y son hermosas como esa sonrisa divina que se te dibuja en tu rostro.
¡Girasoles!- emocionada suspiro, hacé tanto que no recibo flores.
sí; girasoles para el sol de mi vida.
-Gracias. Eres un encanto, tus detalles nunca los olvide,-respondió-
-un placer señorita- respondí.
-Ella es algo simple, pero difícil de sorprender.
Déjame servirte un poco de vino, nuestra cena esta servida ya.
-no, descuida lo are yo, mereces que yo te sirva el vino.
Esta noche es para no olvidarla y te llevaras lo mejor de mí,después de todo tú eres quien siempre estuvo para mí-
y pues una dama como yo, también sabe dar lo que recibe. -dijo ella.
Gracias eres muy amable, brindemos por aquel día en que el destino nos puso a disposición: uno del otro.
-se le dibujo una sonrisa, de esas que acaba con mi fortaleza y me debilita hasta el alma. Brindamos por primera vez, pues ella y yo nunca antes tuvimos un momento así como este.
Yo tenía una noche a mi favor, una dama elegante y encantadora frente a mí: ¿que podía salir mal? todo estaba destinado, como una historia ya escrita.
Conversamos un buen rato, nuestra botella de vino ya casi se acababa:pedí otra para continuar nuestra historia-
hablábamos de todo un poco, de esto y de aquello. Pero ella se enfocaba más en mis ideales, se interasaba por saber lo que yo pensaba.
-Me pregunta algo que me dejo callado, pero con una pequeña sonrisa dibujada por su inesperada pregunta.
No respondí; no antes de un instante.
¡Tu! un hombre tan ocupado, y sin tiempo en su agenda; ¿como haces para tener sexo siendo soltero?
tome siete segundos para responder.
solo he esperado por ti estos 13 meses, confío en mi destino, y lo mejor de la vida llega solo. Es por eso; por lo que estas frente a mí.
-Sonrió con un coqueteo, ese que siempre me supo dominar.
-incrédula pero dejándose llevar por el ritmo de la noche, pide que tomemos un poco más-
es otra botella de vino; la testigo de esta charla tan interesante.
-Sí; -es así respondió- y no espero menos de ti, conociendo tu capacidad para hacer que una mujer como yo viaje de lejos por un momento así.
-imborrables momentos que comenzamos a vivir desde el día en que te conocí.
-respondí-
desde ese día no he dejado de pensar en ti. No puedo borrarte de mi mente, siempre esta tu imagen por las noches haciéndome el amor.
-Sorprendida contesto-
Y yo no puedo olvidar, la forma en que haces todo diferente. la sutileza que tienes para hacerme sentir viva es impecable.
Ambos la estábamos pasando bien, todo había salio según lo planeado.
Al calor de los tragos está trabajando mi mente; en un acto de lujuria, donde el final será el comienzo de algo más.
-Que piensas pregunto-
En todo, todo lo que me haces sentir, y lo que estoy por hacer.
-respondí.
Me levante de la silla, puse algo de música y bailamos un poco; para ese entonces las copas de vino ya habían hecho un poquito de efecto.
Bailar pegado junto a ti, es tener el manto estelar cobijando mi alma, y el poder besar tus labios son algo infinito, como el universo. jamás olvidaré esta noche.
Sin responder nada; tan solo verme fijamente me acarició. Y yo comencé a besar su cuello.
Deslizando mi mano por su cintura que me conducían a un delirio, y sin poder detenerme la seduje…
Continuara.