Una tarde de abril, Sofía tomaba su café mientras leía un libro de su escritor favorito, es una tarde muy relajada para la joven, una psicóloga de 31 años de edad. Por lo general sus días son rutinarios en su trabajo, un paciente de vez en cuando con algunas cosas interesantes, o tal vez una visita de alguna amiga contándole sus problemas.
¡Nada fuera de lo común!
Hasta que esa tarde mientras leía, recibe una llamada anónima de una desconocida mujer, pregunta por Sofía. Ella no se extraña pues todos los días recibe llamadas directas de personas que no conoce.
Sofía necesito hablar asuntos personales con usted.
-dijo la mujer que llamaba-
¿Disculpe pero quién es usted? Y de que quiere hablar con migo. Pregunto Sofía-
Usted no me conoce pero pronto sabrá de mí. Respondió la extraña mientras colgaba la llamada. Algo muy inusual, y nada concreto en la llamada.
Para Sofía es algo normal que alguien llame al teléfono debido a su trabajo pero no una llamada tan extraña como esa. Aquella mujer interrumpió su lectura, sin embargo no puso atención al asunto y lo omitió.
Ella es una mujer soltera que no sale mucho, de vez en cuando tal vez una salida a la disco, al cine o un almuerzo con amigos. Su vida siempre ha sido muy dedicada a sus estudios y su labor como psicóloga. Sus padres murieron cuando ella apenas tenía quince años, su vida no ha sido muy fácil. Se crio con su tía hasta que se formó como profesional, empezó a estudiar su carrera a los 19 años de edad en la ciudad de Morelia México. Cundo ella finaliza sus estudios decide mudarse a la ciudad de México DF. Una ciudad donde los psicólogos siempre ejercen su carrera y se dan a conocer.
Llega a su casa; escucha los mensajes en el buzón. Allí está la mujer de nuevo con un mensaje que la deja confusa, la extraña le hace acusaciones de las cuales ella no entiende nada, los mensajes habían caído antes que ella llamara a la oficina de Sofía, una vez más omite y sigue escuchando el buzón de vos. A estas alturas esta ya algo asustada pues ella nunca tiene este tipo de problemas. Decide tomarlo con un error o una broma…
Martes por la mañana, luego de preparar su desayuno se dirige a su trabajo. Llega a su consultorio, saluda a su secretaria. Buen día Sofía, dejaron este sobre para usted. Dijo su secretaria Selena. Ella se queda en la sala de espera lee una revista de moda, luego de algunos minutos se ubica en su escritorio para revisar algunos expedientes, se sirve el café, lee las noticias del día. Mientras tanto el sobre en el escritorio. Luego de atender algunos pacientes decide relajarse, es allí donde observa cuidadosamente el sobre y se da cuenta que no está membretado, no dice nada y no es ningún sobre de los que suele recibir. Ningún indicio de algo bueno. Decide abrirlo y comienza a leer. Su sorpresita a buena mañana ya tiene como resultado un estrés. Es la extraña diciéndole que llegara al día siguiente y que no debe meterse con su marido. Sofía se da cuenta que el sobre lo ha enviado la mujer que había llamado un día antes. Ella se convence que se trata de un simple error pues ella no se mete con el marido de nadie, de hecho esta más sola que nunca en ese sentido, así que decide seguir con el capítulo del libro que aún no termina. En eso su secretaria toca la puerta, le dice que luego del almuerzo tiene un paciente.
Cuando ella regresa del almuerzo el paciente ya está allí. 1.79 de estatura muy apuesto, traje de lujo, elegante y a simple vista se nota que es una persona muy ocupada.
Su secretaria Selena hace pasar al paciente.
Sofía lo recibe, adelante tome asiento por favor, dijo ella muy sonriente.
¿Cuál es su nombre y el motivo de la terapia? pregunto ella mientras le hacía entrar en confianza.
Me llamo Daniel. Respondió el joven de más o menos unos 33 años de edad.
Sofía puede notar que él; lo que tiene es un problema de hogar, y que no puede tomar decisiones claras a causa del estrés acumulado. Puede darse cuenta con tan solo tres preguntas.
Mi problema se origina en mi hogar y no puedo con ciertas cosas a causa de mi estrés, ya que tengo grandes responsabilidades en mi trabajo. Respondió Daniel muy relajado.
Necesito que me ayude a encontrarme, pues mi problema es conyugal, pero ella no pudo presentarse; ya que salió de la ciudad. Pero tampoco quiere recibir terapias. Comento el joven. Sofía lo ve muy calmado sin embargo sabe que se trata de algo muy común en las parejas, y ella sabe cómo darle las soluciones para que se abra a tomar decisiones correctas.
Puedo comprender, respondió Sofía. Hace cuanto estas casado y como es la relación de ustedes
-pregunto ella-
El joven tarda en responder la pregunta, le comenta que está casado desde hace cinco años con una mujer que no aporta nada a la relación, nada más que celos excesivos. Le dice que no puede más, que él es un hombre dedicado al trabajo y que prácticamente esta traumado, no puede mantener la calma con su esposa, ni siquiera con su asistente pues para él todas las mujeres son compulsivas y celosas.
Sofía le sugiere que hagan la terapia juntos, y que puede comprender la situación en la que él se encuentra. Él, le comenta que quiere divorciarse pero que necesita ayuda para encontrar la manera que ella no se vea afectada.
Descuida siéntate en confianza con migo, para eso estamos los psicólogos
-dijo Sofía-
Le comenta que la terapia durara varias secciones y que si está dispuesto a tomar las otras.
Él le responde que sí, que si podrá asistir a todas las terapias. Luego de un buen rato ella da por terminada la primera sección, y le da una segunda cita. El caballero se va contento pues ya tiene a quien contarle lo que pasa en su matrimonio. Con una posible solución. Sofía no tiene más pacientes por esa tarde y decide seguir con su capítulo, para coincidencias del destino el libro que ella lee se trata justamente de eso, de los problemas en los matrimonios.
Exactamente esas grietas que terminan siendo grandes abismos cuando uno dejan sangrar la herida en las relaciones.
A ella se le ocurre una gran idea, que de hecho ya ha implementado antes pero solo en mujeres, en esta ocasión lo hará con él. ella piensa en comprar otro libro y regalárselo como aliado a la terapia, así él se dará cuenta si es capaz de rescatar su matrimonio, a pesar que ella aún no termina de leerlo; pero sabe que le ayudara de mucho.